Con unos trastos que tenía por el garaje y algunos que me he encontrado tirados por el campo se me ocurrió esta mezcla de patinete y skate.
La tija corresponde a un patinete pequeño, las ruedas 14” y la horquilla de una bicicleta de niño al igual que el manillar, la potencia y los puentes de freno de una bici de paseo, y la plataforma proviene de un skate recortado, se ha buscado el centro de gravedad justo debajo de los ejes, lo cual, junto con su longitud lo hace muy estable. Al principio la parte delantera estaba unida de la trasera solo por la tabla, y aunque bajaba bien por las pendientes bacheadas, flexaba demasiado y no le dejaba alcanzar velocidad al empujar con el pie. Al final lo he unido con dos barras por debajo, que junto con la tabla le dan rigidez aunque sigue flexando un poco.
Las asas de abajo del manillar (que son unos avances de un manillar de contrarreloj viejo) son solo para que se coja el pequeñajo cuando lo llevo delante.
Las ruedas de 14” le permiten deslizarse fácilmente por pendientes y laderas bacheadas. Se puede quemar bastante adrenalina, con la velocidad cuesta abajo, sorteando obstáculos, y con un poco de habilidad se puede dar algún pequeño salto.
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