Las ruedas no las pude rescatar, las bolas de los carretes se habían desintegrado y los radios se partían literalmente. Conseguí unas parecidas y monté el resto de la bici. Para hacer funcionar los frenos solo faltó algún tornillo y varilla, el resto solo grasa.
Restaurarla hubiese sido profanarla, no sé exactamente de que año es, la situo entre el 45 y 55.
Imposible asimilar todas las viviencias.....La bici seguÍa rodando mientras las noticias en el mundo se iban sucendiendo.....
Un día cambié de trabajo, ya no me podía acompañar, y una noche decidí devolverla al sitio donde la había encontrado. Allí mismo apareció él y después de pocas palabras se la quedó
Preciosa historia. Transmite de alguna forma que pase lo que pase, hay cosas que no cambian...y aunque nosotros no sigamos...seguiran sin cambiar.
ResponderEliminarLo que no se es si la historia es real o no...si lo es...no comprendo como la llevaste de nuevo al contenedor...bueno sí...para que siguieran algunas cosas sin cambiar aunque lo hicieses tu...ojalá quien la haya recojido piense igual que tu y esa bici siga rodando otro medio siglo.
La historia es totalmente real, la devolví al contenedor porque ya no podía usarla y nunca pensé que fuese mía, más bien yo solo he sido parte de su historia.
ResponderEliminarAntes de darme la vuelta y la había reogido.
Y hace unos meses pasó otra vez por mis manos para hacer una reparación
Suelo hacerlo muchas veces cuando no necesito algo que puede ser interesante lo bajo a la calle al lado de los contenedores de muebles, y la mayoría de veces ha desaparecido en menos de media hora. Es la ventanta que tiene vivir en pisos pequeños, nunca las mudanzas son muy grandes